Agradezco enormemente el espacio. Desde muy niña sentí interés en la posibilidad de comunicarme con las personas sordas. Quiero aprender el lenguaje de señas para poner un granito de arena y seguir rompiendo las barreras y abriendo la posibilidad de seguirnos conectando.
Hoy, tan solo doy gracias a Dios por este maravilloso encuentro, por permitirme admirar y querer comprender más a mis semejantes. Es un honor conocer y compartir tan maravilloso lenguaje que deseo aprender.
Muchas gracias, fue una experiencia muy valiosa, para mí como profesional, que me permitió conocer y experimentar una nueva forma de ver la discapacidad.